lunes, 23 de noviembre de 2015

Domingo en el Rastro



Seguro que todos hemos oído hablar de “el Rastro”, el famoso mercadillo que se celebra los domingos y festivos en Madrid, en torno a la Ribera de Curtidores.

Sabemos que se trata de un mercado al aire libre con una gran cantidad de artículos de todo tipo. Pero lo mejor es descubrirlo y vivirlo en primera persona.


En el Rastro encontrarás todo lo que necesites: desde muebles, películas y ropa, hasta libros, cuadros, cromos, etc. Desde los objetos más cotidianos, hasta los más variopintos.
Algunas de las calles por las que discurre el mercadillo se dedican a la venta de productos especializados:
  • Calle Fray Ceferino González: conocida como la calle de los pájaros, antiguamente se dedicaba a la venta ambulante de animales. Hoy sólo quedan algunas tiendas especializadas.
  • Calle de San Cayetano: también conocida como la calle de los pintores, acoge diferentes locales en los que se pueden comprar algunos cuadros además de los materiales para pintar.
  • Calle de Rodas, Plaza del General Vara del Rey y Plaza de Campillo del Mundo Nuevo: zonas especializadas en la compra-venta de revistas, cromos y juegos de cartas.
  • Calle del Carnero y Calle de Carlos Arniches: especializadas en la venta de libros antiguos.





No dudes en pasar una agradable mañana recorriendo los puestos del rastro para finalizar tomando unas tapas en uno de los múltiples bares de la zona.
Solo tienes que tener cuidado con los objetos de valor, pues muchos carteristas aprovechan las aglomeraciones. Por lo demás, ¡a disfrutar del mejor mercadillo de Madrid!










¡Nos leemos pronto!

sábado, 7 de noviembre de 2015

Lateral



Hoy visitamos el restaurante Lateral, en este caso en Fuencarral, aunque podréis encontrarle también en otras zonas como en Arturo Soria, en la Castellana o en Velázquez. 

Situado en el número 43 junto al Mercado de Fuencarral se halla este acogedor restaurante de tapas, pinchos y raciones que descubrí con unos amigos mientras recorríamos el centro de la ciudad.




Nos atrajo especialmente por su terraza, ya que cuenta con estufas que te permiten cenar al aire libre aún cuando se acerca la época más fría del año. Y aunque tuvimos que esperar diez minutos hasta poder cenar, la cola no se nos hizo nada pesada porque incluso te ofrecen sillas para esperar sentado.


Todo en la carta tenía muy buena pinta, nosotros nos decantamos por una ración de patatas dos salsas, minihamburguesas con reducción de Pedro Ximénez y croquetas (totalmente recomendadas, ¡muy buenas!). Y de postre, espuma de yogurt con frambuesa.
Menú completo aquí.






Es un buen lugar para cenar acompañado con tu pareja o con amigos. Los diez minutos de espera del principio se pueden pasar por alto teniendo en cuenta el rápido servicio que ofrecen después. Además, el personal es muy amable y atento.

No dudéis en visitarlo para poder pasar un rato tranquilo, cómodo y económico en el centro de Madrid.  




¡Hasta la próxima entrada!